miércoles, 12 de enero de 2011

Alternativas


¿Dónde está la noticia? ¿Qué hecho es verdaderamente importante? ¿Cuándo una información carece de interés? Criterios como proximidad, actualidad, relevancia e impacto social, etc, pasan a un segundo plano cuanto más se imponen los criterios mercantiles o ideológicos. Pareciera que lo que no se vende no importara, lo que no afecta a nuestro universo próximo carece de interés, que aquello que no es novedoso, tiene que ser necesariamente desfasado, así, la paupérrima situación que viven los haitianos después del terremoto y de la epidemia de cólera parece diluirse en el olvido, por citar un ejemplo.
La información es un producto más sometida a unas leyes mercantiles bajo las que los medios de comunicación, agrupados en grandes consorcios, enmudecen a quienes buscan alternativas. Otra realidad, no menos dolorosa es cuando se utiliza la información como herramientas ideológicas y propagandísticas de doctrinas obsoletas y represivas. Ante esta realidad podemos encontrar otros caminos, medios puestos al servicio de la libertad de expresión sin ánimo de lucro o de manipulación ideológica cuyo raíz se hunde en el terreno de la más pura manifestación humana en su afán de anunciar o denunciar aquello que va contra la dignidad humana, la libertad de expresión, los derechos humanos en general. A estos medios podemos llamarles “tercer sector de la comunicación”
Cuba supera ya los 50 años de dictadura comunista. Bajo esta ideología se encuentran todos los medios de comunicación de la isla, manipulados por un estado que ve en ellos la herramienta ideal para mantener intacta su doctrina. Sin embargo, el fenómeno de internet ha servido de vehículo a través del cual algunos cubanos, dentro o fuera de la isla, se esfuerzan por mostrar aquellas realidades silenciadas por el régimen. “Generación Y” (www.desdecuba.com/generaciony/), publicación digital galardonada con el Premio Ortega y Gasset 2008 de periodismo digital, Premio del Jurado en Bitácoras.com 20008, entre otros tantos, es más vivo ejemplo de una voz alzada desde el interior de un régimen que ve como se le llenan de gusanos sus propias entrañas. Poco a poco el esfuerzo y la valentía de muchos, en ocasiones con la colaboración desde el extranjero, han hecho posible la proliferación de publicaciones que tratan de airear la caldeada isla: “Voces tras la rejas” (www.vocescubanas.com/voztraslasrejas/), escrito desde la prisión de Canaleta en Ciego de Ávila; “Pedimos la palabra” (www.pedimoslapalabra.wordpress.com/), etc.
En España existen ejemplos también de alternativa informativa: “Cubaencuentro” (www.cubaencuentro.com/), “Diario de Cuba” (www.diariodecuba.com/), etc que pretenden, abriéndose paso entre carencias y dificultades, mantener informado a los cubanos del exilio de lo que acontece en la isla y los medios oficiales no publican.
Me parece laudable la labor de aquellos que trabajan sin esperar remuneración, sin otro aliciente que el de saber que son consecuentes con sus ideas, sus gustos, o con la libertad de expresión a pesar de la presión de las empresas informativas o de las dictaduras que administran, muchas veces, una diarrea pestilente de palabras sin sentido ni importancia.

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